Los datos de inactividad a nivel mundial, son alarmantes, pues algunas cifras de encuestas realizadas dan entre el 60% y 85% de la población adulta es sedentaria. Infinidad de evasivas resaltan para no afrontar las consecuencias: que no hay tiempo, que no alcanza para pagar un gimnasio, que hay cansancio o no es tan importante, ente muchos otros muchos más que van favoreciendo un estilo de vida carente de movimiento. Si bien es cierto que la vida diaria actual ya incluye un alto grado de estrés y la inactividad está presente en muchas actividades laborales, también es cierto que buscar un espacio de tiempo para realizar alguna actividad física, no es imposible.
Entre las causas de la inactividad física, destacan:
- Tipo y horario de trabajo (la mayoría realizado en oficinas y comercios).
- Falta de cultura y costumbre de realizar ejercicios.
- Carencia de instalaciones deportivas y recreativas.
- Contaminación ambiental.
- Alto costo de las instalaciones deportivas particulares.
- Inseguridad en zonas recreativas.
- Uso excesivo de tecnología como ascensores, escaleras eléctricas, controles automáticos.
Lo más importante es tener conocimiento de que no se necesitan grandes gimnasios ni inversiones, ya que los beneficios del ejercicio pueden lograrse solamente con un mínimo diario de 30 minutos de actividad física moderada como caminar, correr, montar en bicicleta, bailar o simplemente jugar, aunque por supuesto a mayor nivel de actividad física bien controlada se obtendrán mejores beneficios en la salud y en los niveles de bienestar.
El hacer ejercicio es un hábito que debemos desarrollar desde la infancia, pero nunca será tarde para comenzar a desarrollar una rutina que sin costo alguno, va a dejarnos grandes beneficios y aumentará satisfactoriamente nuestra calidad de vida. Así mismo evitará pagar los elevados costos de los tratamientos médicos actuales.
Entre las muchas ventajas del ejercicio físico podemos obtener:
- La reducción de riesgos de enfermedades y muertes a temprana edad: cardiovasculares, músculo esqueléticas, diabetes, hipertensión, cáncer de colon y otras.
- La prevención de dolores cotidianos y molestias en la cabeza, columna, cuello, espalda y manos, así como la reducción de osteoporosis y problemas en las articulaciones.
- Reducción del estrés, mal humor, pesimismo, cansancio, ansiedad, depresión, sentimiento de soledad y otros.
- Canalización de la energía física y sexual.
- Favorece la salud de la piel.
- Control de peso y obesidad.
- Mejora el sueño y el descanso.
- Favorece la movilidad física sobre todo en personas mayores al mejorar la resistencia, elasticidad y dureza de músculos y huesos.
- Evita el desarrollo de conductas de riesgo sobre todo en niños y adolescentes.
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