En realidad, sin importar cuáles sean nuestras circunstancias económicas, hay una serie de medidas básicas que podemos tomar para preservar y mejorar nuestra salud y la de nuestra familia de manera apreciable.
¿Vale la pena el esfuerzo?
¡Por supuesto! Enriquecerás la calidad de tu vida y evitarás acortarla sin necesidad.
Los padres pueden, por palabra y por ejemplo, inculcar en sus hijos hábitos saludables. El tiempo y el dinero extra que inviertan redundará n en menos sufrimiento, menos tiempo perdido por enfermedad y menos facturas médicas.
Como bien dice el dicho: “Más vale prevenir que curar”.
En los siguientes artículos analizaremos cinco claves básicas que nos pueden beneficiar y son de gran utilidad.
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