Esa ha sido la teoría hasta ahora. Pero bueno, la ciencia avanza y las multinacionales de los videojuegos, que no se quieren perder ningún negocio, acaban de presentar en Gran Bretaña un nuevo juego que obliga a quien lo use a moverse casi como si estuviera haciendo deporte.
El juego no usa el clásico control con botones o joystick para mover coches, jugadores de fútbol y asesinos. Nada de eso. El nuevo control responde a la fuerza y precisión del que lo usa.
En los videojuegos de tenis, por ejemplo, es necesario reproducir los movimientos de una raqueta para dirigir el control. Cuanto más rápido el movimiento, más fuerte será el golpe para ganar la partida.
Las opciones
Si el tenis no le gusta, usted puede sacar su palo de golf e imitar los golpes de grandes del deporte, como el legendario Tiger Woods, en un hoyo imaginario.
Si prefiere un deporte más sedentario como la pesca, el control imitará los movimientos de la caña al cazar un bagre o una trucha.
En términos de mercadeo, esta nueva generación de entretenimiento intenta extender las fronteras de los videojuegos más allá de la generación menor de 30 años.
Financieramente es buen negocio, como quedó claro con un juego de resolución de problemas que tuvo gran éxito con los mayores de 50 años en Japón.
Pero, por las dudas, una recomendación: no se olvide de hacer deporte al aire libre.
Fuente: BBC Mundo (7/julio/2006)
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