14 marzo 2006

Ejercicio contra la demencia

El ejercicio regular reduce hasta en un 40% los riesgos de desarrollar demencia y Alzheimer, señala una investigación llevada a cabo en Estados Unidos.

Personas haciendo ejercicio.
Incluso una caminata ligera de 15 minutos diarios puede reducir los riesgos de la enfermedad.
El equipo de investigadores de la Universidad de Washington asegura que éste es el "estudio definitivo" de los efectos del ejercicio en la demencia.

La investigación, publicada en los Anales de Medicina Interna, descubrió que entre más frágil la persona, más beneficios obtiene del ejercicio.

Según los investigadores, una rutina regular de ejercicio ligero es suficiente para producir un efecto positivo, incluso en personas mayores de 65 años.

Los doctores indican que una caminata de 15 minutos, tres veces a la semana, es suficiente para reducir los riesgos de demencia.

Beneficios

Otros estudios en el pasado ya habían demostrado con distintos resultados, los efectos del ejercicio en la demencia. "Varios estudios de distintos tamaños sugieren que efectivamente la actividad física tiene un efecto protector", le dijo a BBC Mundo la doctora Rommy von Bernhardi, investigadora de patología neurodegenerativa y Alzhemier, de la Universidad Católica de Chile.

"Algunos estudios sugieren que la actividad debe ser muy ordenada y de determinada magnitud, y otros, como este último, indican que incluso la actividad muy discreta permiten reducir el riesgo de la enfermedad", afirma la experta.

Personas haciendo ejercicio.
Unas 24 millones de personas en el mundo viven con demencia.
Y el ejercicio regular no sólo reduce el riesgo de demencia.

Los resultados de la investigación sugieren que éste también podría ayudar a retrasar el progreso de la enfermedad en personas que han comenzado a desarrollar los primeros síntomas.

"Esto tiene un impacto enorme para la población, tanto en términos de salud pública como en la calidad de vida de esos pacientes y sus familias", afirma Rommy von Bernhardi.

Seguimiento

Los investigadores estadounidenses siguieron a unas 1.740 personas mayores de 65 años durante un periodo de seis años. Al comienzo del estudio ninguna mostró síntomas de demencia.

Pasados seis años, 158 participantes habían desarrollado demencia, y entre éstos, 107 fueron diagnosticados con el mal de Alzheimer.

Los resultados mostraron que las personas que se ejercitaron tres o más veces a la semana, tuvieron de 30 a 40% menos riesgo de desarrollar demencias comparadas con los que se ejercitaban menos de tres veces por semana.

El Dr. Larson y sus colegas creen que el ejercicio mejora las funciones cerebrales aumentando el flujo sanguíneo a las áreas del cerebro que se utilizan para la memoria.

Paciente de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia.
"En efecto", señala Rommy von Bernhardi, "el ejercicio efectivamente está teniendo un efecto benéfico en múltiples niveles". Según la investigadora, "los estudios recientes demuestran que muchos de los factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer, son muy similares a los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares".

Otras investigaciones en el pasado han demostrado que la mala circulación sanguínea puede dañar las partes del cerebro encargadas de la memoria.

Una teoría indica que, al aumentar la circulación sanguínea, el ejercicio podría prevenir ese daño cerebral e incluso podría reparar esas zonas cerebrales.

Nunca es tarde

Los expertos señalan que incluso las personas de 75 años que nunca se han ejercitado podrían también beneficiarse al comenzar una rutina física. Siempre, por supuesto, bajo el debido control médico para establecer la actividad física más apropiada.

Los estudios recientes demuestran que muchos de los factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer, son muy similares a los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares
Dra. Rommy von Bernhardi, Universidad Católica de Chile

"Muchas de las enfermedades que consideramos degenerativas", dice Rommy von Bernhardi, "son problemas que se van gestando desde la adultez temprana".

"Por ende, el beneficio de prevención va a ser mucho mayor si en nuestra juventud comenzamos a tener un estilo de vida más sano".

"Pero incluso si tomamos esa decisión a los 40 o 60 años, o después, también habrá un beneficio real", concluye la investigadora.

Se estima que 24 millones de personas en todo el mundo sufren demencia o enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de la enfermedad.

Fuente: BBC Mundo

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