26 mayo 2005

Reirse, una buena medicina para sus arterias


Una buena carcajada puede hacerle tanto bien a su corazón como media hora de ejercicio físico. Según un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland (Baltimore, Estados Unidos), la risa incrementa el torrente circulatorio y es capaz de dilatar los vasos sanguíneos, dos factores que juegan un importante papel en la aparición de enfermedades cardiacas.

Se había estudiado con anterioridad el fenómeno contrario, el efecto del estrés y la ansiedad sobre el sistema cardiaco, pero el equipo del doctor Michael Miller, director de Cardiología Preventiva de este centro, decidió darle una vuelta a la tuerca.

Como explicó en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología, él y su equipo estudiaron a un grupo de 20 voluntarios sanos, no fumadores y con una media de 33 años, antes y después de una sesión de cine muy particular: Los participantes eran sometidos durante 15 minutos a fragmentos de películas capaces de producir cierto estrés mental, como 'Salvar al Soldado Ryan', o bien secuencias de comedias del tipo de 'Dos tontos muy tontos'. A las 48 horas, el tipo de película se invertía.

Durante y después de la exposición a estos estímulos, los científicos evaluaron el torrente sanguíneo de los participantes mediante una prueba denominada vasodilatación mediada por flujo de la arteria braquial, y aunque no se apreció ninguna diferencia en las mediciones que se tomaron mientras los participantes veían las películas, los niveles posteriores mostraron efectos bien distintos.

El torrente sanguíneo aumentaba hasta un 22% después de la comedia (al menos en 14 de los 20 sujetos), al acabar las películas más estresantes este factor se reducía hasta un 35% en 19 de ellos.

Según explica el director de la investigación al diario 'The Wall Street Journal', la magnitud del efecto es similar a la que se ha visto hasta ahora con media hora de ejercicio físico; aunque añade que la risa no puede sustituir a la actividad física. La receta ideal, sugiere, combinar 15 minutos diarios de buenas carcajadas y media hora de ejercicio al menos tres veces a la semana.

El siguiente paso será estudiar el efecto terapéutico de la risa en pacientes que han sido víctimas de un ataque cardiaco para evaluar si el humor es capaz de prevenir una segunda recaída, para lo que ya han puesto en marcha otro ensayo clínico.

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