Uno de ellos hace esto porque, en virtud de problemas de corazón, el médico aconsejó los paseos matinales.
El otro está allí porque la caminata es uno de los grandes placeres de su vida.
El hombre con problemas cardiacos comenta: "¡Quisiera que esto acabe enseguida! ¡Es aburridísimo andar por la playa!".
El otro no entiende el comentario; en su mundo, las caminatas son agradables.
El hombre con mala salud podía sacar provecho de lo que le sucede en la vida.
Cualquier actividad tocada por el amor, es motivo de placer y júbilo.
Pero él no lo consigue; la caminata es un tratamiento médico, nada más. Por eso, su hora y media de alegría se transforma en suplicio y tormento.
Autor: Paulo Coelho
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