16 diciembre 2004

El estrés acelera el evejecimiento


La ciencia ha confirmao lo que muchos temían: el estrés emocional prolongado es capaz de acelerar el proceso de envejecimiento a nivel celular y provocar la aparición de algunos síntomas como las canas o las arrugas.

Eso ha demostrado un equipo de la Universidad de California (EE UU) después de analizar a un grupo de 39 mujeres sometidas a una situación de estrés constante y prolongada debido a las enfermedades crónicas que padecían sus hijos (autismo, parálisis cerebral...). Su proceso de envejecimiento se comparó con el de otras 19 madres de perfil similar pero con hijos sanos.

Examinaron los telómeros, unos fragmentos de ADN que se encuentran en los extremos de los cromosomas y que se van acortando con cada nueva división celular. Con la edad, los telómeros se van haciendo más y más cortos hasta que las células ya no se pueden dividirse más y mueren de forma natural (proceso conocido como apoptosis).

En personas jóvenes, una enzima llamada telomerasa (cuyos niveles descienden con la edad) se encarga de corregir el proceso, tratando de mantener la longitud de los telómeros.

Los investigadores, examinaron estas estructuras celulares en las muestras de sangre extraídas y descubrieron que el estrés era capaz de acelerar el proceso, de manera que las mujeres que más tiempo llevaban cuidando de sus niños enfermos tenían los telómeros más cortos. Similares a los de una persona 10 años mayor.

Cuerpo y mente. Tambien presentaban mayores niveles de estrés oxidativo, un proceso relacionado con la presencia de radicales libres capaces de dañar el material genético y acelerar la aparición de síntomas físicos (debilidad muscular, problemas de piel, dificultades de audición y otros).

Las impresiones de las mujeres sobre su situación, repercutieron a nivel celular. Las madres con una mayor percepción de su estrés eran las que peor resltaos tenían: telómeros más cortos y niveles de telomerasa más bajos.

Los descubrimientos, según el diario 'The Washington Post', podrían ayudar a diseñar nuevos métodos para detectar a tiempo los efectos físicos del estrés gracias a la medición de estas estructuras y, sobre todo, ver cómo aliviarlos a tiempo.

Serán necesarias nuevas investigaciones para confirmar estos resultados, aunque estas conclusiones representan un paso más hacia la comprensión total de los hilos que unen cuerpo y mente.

Por lo tanto los autores lanzan un mensaje a los 'estresados': "Hay que tomárselo en serio, si uno se siente agobiado hay que darle un respiro al organismo, hacer cambios en el estilo de vida y promover el bienestar".

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