19 julio 2012

Una buena postura de nuestra espalda

La mayoría de las personas generalmente no prestan atención a sus hábitos posturales, ni se considera que el lenguaje corporal puede transmitir señales de éxito o fracaso.

Expertos señalan que la postura está ligada a la autoestima, ya que transmite equilibrio y confianza. Una buena postura ayuda a lucir bien al tiempo que protege la salud, pues permite equilibrar el cuerpo mientras se evita ejercer más presión en algunos huesos y músculos.

Investigaciones revelan que al modificar nuestra postura, mejoramos nuestro cuerpo y por ende nuestros mensajes corporales, obteniendo de esta forma más energía y una mejor actitud para afrontar la vida.

Una buena postura ayuda a mantener la espalda en buen estado, para nadie es un secreto que el dolor de espalda es una de las dolencias más frecuentes en nuestra sociedad. Aunque no se trata de una enfermedad que amenace la vida del paciente, estudios señalan que su incidencia se manifiesta en porcentajes alarmantes ya a partir de los 20 ó 30 años de edad. Pero, para nuestra sorpresa, esta afección es cada vez más frecuente en niños.

Columna dolorida

El dolor de espalda o también llamado comúnmente de columna, es un dolor localizado en cualquier zona de la columna vertebral. Si está localizado alrededor del cuello se denomina cervicalgia, si tiene más incidencia en la mitad de la espalda se le conoce como dorsalgia y si por el contrario su influencia es en la parte baja de la espalda es llamado Lumbalgia.

Recordemos que la columna está formada por cuerpos vertebrales y discos intervertebrales. Sus funciones son resguardar la médula espinal que va en un canal formado por las vértebras, y amortiguar los movimientos bruscos al caminar, saltar y correr; además, la columna le da soporte y flexibilidad al tronco del cuerpo.
Con una mala postura o con el sobrepeso, sobrecargamos los discos intervertebrales y las articulaciones (uniones de dos huesos o vértebras), que al estar presionados en forma inadecuada, producen irritaciones e inflamaciones que se transmiten a través de los músculos y nervios, produciendo dolor.

Existen diversas causas que producen dolor de espalda: adoptar posturas inadecuadas; tener estados emocionales inestables como estrés, depresión, ansiedad; haber sufrido lesiones como fracturas, espasmos musculares, desgarres ligamentosos; así como también haber padecido de otras afecciones como osteoartritis, osteoporosis, hernias discales, entre otras.

Una alineación corporal adecuada combinada con buenos hábitos posturales, representa la base fundamental para la prevención del dolor de espalda. Sin embargo, cuando ya se presentan las afecciones es necesario atender inmediatamente el problema acudiendo al médico, cumpliendo a cabalidad con el tratamiento señalado, practicar la higiene postural y tener un control adecuado de nuestro peso corporal.

Recomendaciones para una buena postura
  1. De Pie. Trate de evitar la postura militar o posturas demasiado relajadas.
  2. Sentado. Evite el uso de sillas muy altas o muy rígidas. Trate de mantener la espalda erguida y alineada. Apoye siempre los pies en el suelo.
  3. Acostado. La mejor manera de dormir es boca arriba o en posición fetal, con una almohada entre las piernas y otra que permita que el cuello esté en una buena posición. Dormir boca abajo no es recomendable. Evite el uso de colchones o almohadas demasiado blandos.
  4. Al Cargar Peso. Acerque los objetos al cuerpo. Doble las rodillas, nunca la espalda y siempre tenga un apoyo firme de los pies.
  5. Al Conducir. Acérquese al volante y recueste bien la espalda. Adelante el asiento hasta alcanzar los pedales.
  6. En el Trabajo. Debe mantener posturas adecuadas, el material mobiliario relacionado al ambiente laboral debe estar adaptado a las características propias del trabajador. Recuerde que la postura sostenida de pie y/o sentado es motivo de dolor de espalda.
  7. Cuando de medicamentos se trata. Una buena postura corporal previene en un alto porcentaje las dolencias de espalda, asimismo es importante que entendamos que el adiestramiento postural debe iniciarse desde la infancia a través del estímulo de padres y maestros, pues ello influye en gran medida para crear la base de la postura adulta posterior.

Por otro lado, cuando el dolor ya está presente, una segunda herramienta está a nuestro alcance; el tratamiento farmacológico, éste dependerá de las condiciones y del tipo de dolor que presente el paciente.
Los medicamentos de primera línea son los analgésicos, entre los que destacan el Acetaminofén y el Paracetamol; a ellos se unen los antiinflamatorios no esteroideos (Aines), entre los que encontramos el Piroxicam, el Diclofenaco, el Ibuprofeno, entre otros, los cuales han demostrado ser de gran eficacia y sumamente seguros.



La información médica ofrecida en esta web tiene solamente un carácter formativo y educativo, y no pretende sustituir las opiniones, consejos y recomendaciones de un profesional sanitario. Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional sanitario, considerando las características únicas del paciente.

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