En Runner’s World he leído que a la hora de escoger zapatillas para entrenar, nos suele "asustar" el hecho de que puedan ser demasido pesadas, tipo "tanque", o bien el que sean tan ligeras que estén faltas de amortiguación para nuestro peso.
En este sentido hay que tener en cuenta un factor, y es que las marcas que hay en el mercado han evolucionado mucho los diseños y prestaciones, y son de gran fiabilidad. Si escogemos unas zapatillas demasiado pesadas para nuestro entrenamiento, podemos padecer sobrecargas musculares a causa de "arrastrar" demasido peso, y en los entrenamientos nos costará más correr a ritmos vivos.
Si, en cambio, escogéis unas zapatillas demasiado ligeras para vuestras sesiones cotidianas, las lesiones a causa de la poca amortiguación en relación a vuestro peso, que os pueden surgir, mayoritariamente, os podrá producir también lesiones en las rodillas, espalda o bien en los tibiales.
Así que ya sabéis nuestro consejo: id a una tienda especializada, que os asesore un dependiente con experierncia en el trato a corredores y con conocimiento de las marcas del mercado, y finalmente, escoged aquel calzado que os han recomendado siempre que con él os sintáis cómodos. Es una condición, en nuestra opinión, "indispensable" para realizar una buena compra.
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